Estaba ahí como cada tarde lo hacía, mirando la puesta de sol esperando a que algo nuevo sucediera que el tiempo se detuviera para volver a ver lo que tanto anhelaba, ver su rostro entre tantos que pasaban por esa concurrida plaza.
Después de varias semanas esperando, llego el momento en que lo volvió a ver, el rostro de a aquel desconocido del cual se había enamorado, sin saber su nombre, a que se dedicaba, de donde venia o cual era su edad. Viviana decidió hablarle para conocer un poco más de él, la persona de la cual se había enamorado.
Al fin llego el momento cuando iba directo hacia el, se arrepintió dio media vuelta y regreso al lugar donde estaba antes, el tomo un taxi y se fue como había sucedido todas las ocasiones anteriores que Viviana trataba de hablarle.
Cuando Viviana llego a su casa le conto a su madre sobre aquel joven que veía cada cierto tiempo en la plaza, mientras miraba el atardecer, a ella le gustaba mucho el atardecer por eso estaba ahí cada tarde pero cuando miro a aquel joven ya no le importaba tanto el atardecer si no aquel joven desconocido, misterioso y con un rostro envolvente que la había atrapado.
Todos los días pasaba las tardes en el mismo lugar de siempre buscando entre la gente el rostro de aquel hombre que no podía olvidar, así pasaron varias semanas.
Llego el momento desde lejos lo miro caminando la ruta que siempre hacia, con la esperanza de no retractarse corrió hasta que se poso frente el.
-¿Que se te ofrece?- dijo el con una cara de sorpresa
-La verdad es que siempre te miro pasar y quería saber tu nombre- le dijo Viviana con voz penosa
-Me llamo Antonio ¿Y tu?- pregunto por compromiso
-Yo me llamo Viviana, te gustaría tomar un café para conocernos un poco más
-Si esta bien solo avisare que llegare un poco tarde a casa de mi jefe - después de una llamada los dos se van caminando por la plaza hacia el lugar donde tomarían el café.
Se sentaron comenzaron a platicar, ella pensó que el solo lo hacia por compromiso.
-Y que hace una joven tan hermosa a estas horas en la plaza- dijo Antonio con una voz intimidante
-Todas las tardes estoy en ese mismo lugar viendo una de las cosas más bellas que conozco ¡EL ATARDESER! -
-Entonces no es la primera vez que me miras ¿verdad? porque yo cada mes paso por este mismo lugar ya que entrego cuentas a mi jefe y esta es mi ruta para llegar a casa de el-
-Pues la verdad es que muchas veces iba a la plaza solo para ver si pasabas por ahí- dijo Viviana sonrojada
-Porque no me habías hablado antes- pregunto sorprendido por lo que Viviana le había dicho
-La verdad lo intente varias veces pero no me anime hasta ahora-
Pasaron horas platicando cuando sonó el teléfono de Antonio y pronto se retiro antes de irse pago la cuenta y le dijo -Te espero mañana a la misma hora en la plaza me gustaría platicar contigo-
Los dos habían sentido algo de atracción se sentían cómodos juntos así que decidieron volverse a ver.
Al día siguiente se volvieron a ver en el mismo lugar y siempre ocurría lo mismo tomaban un café platicaban sonaba el teléfono de Antonio el se retiraba y solo le daba otra sita a Viviana.
Así ocurrió durante varios meses no todos los días se miraban pero si continuamente, un día ella lo invito a su casa, pero el rápidamente le dijo que no podía ir.
-¿Por qué? -pregunto Viviana sorprendida
-No debo de entrar a esa colonia-contesto el un poco nervioso
Viviana no insistió, aunque quedo un poco intrigada por el rechazo de Antonio y solo pudo pensar que el en verdad no la quería, cosa que no era así porque a los días Antonio le pide que sean pareja. Viviana sorprendida le dice que si, pero el siempre busca de Viviana algo mas no le tenia el amor de un noviazgo si no de algo mas fuerte un amor que pocos han sentido y el lo tenia muy plasmado en su mente y en todo su ser.
Al paso de los meses Antonio quiere pedir matrimonio y la cita en la plaza donde se conocieron, ella acepta la invitación a aquel café pero le pide que sea otro día porque esta muy enferma el clima es muy frio y no puede salir de su casa. Antonio preocupado le dice que no se preocupe que la ira a visitar al día siguiente, para que no se enfermara, aunque fuera un paso importante para su relación podía esperar un día más.
A la mañana siguiente ella despierta recuerda su cita, se asea, limpia su casa y prepara comida para Antonio se sienta a esperarlo, prende la televisión y mira en las noticias que hubo un asesinato en su colonia que a un hombre lo degollaron y arrancaron el rostro de su cabeza.
Se queda impactada frente al televisor, después de horas su madre llega a su casa y la mira frente al televisor sin moverse al parecer sin vida con la mirada llorosa, el rostro pálido y una mano sobre el televisor.
Su madre que ya había estado en el lugar donde sucedió el asesinato y conocía bien a Antonio entiende porque Viviana esta posada delante del televisor. Su madre lo único que le queda hacer es ver que este bien aunque una gran sorpresa se lleva al tocarla, ya que Viviana esta fría como hielo y no hace movimiento alguno.
A pesar de eso la mano puesta en el televisor estaba rígida y no se movía por nada, justo en la misma posición donde había aparecido el rostro de aquel hombre del cual se había enamorado hace ya tiempo y que seguiría, hasta que le amor hacia el se terminara.
Fin
Diana Silva Luna